jueves, 19 de diciembre de 2013

Las pruebas, las PISA y la risa


La obsesión por las pruebas, la selección y el salto de obstáculos están presentes en los proyectos educativos de los últimos años.

Empecemos por la risa. Dos minutos y medio de genial cine español. Para no perdérselos. De "Amanece que no es poco", José Luis Cuerda. En el 25º aniversario de su estreno. Gracias, José Luis.


El rigor, la seriedad, el control y la motivación para conseguir metas no tienen por qué ir acompañados de piedras en el camino para que solo lleguen los supuestamente "excelentes", competitivos y "primeros de la clase".
Los resultados de las pruebas externas que imponen las administraciones educativas a los centros de enseñanza pueden traer consigo que, con el tiempo, sea "más rentable" preparar para dichas pruebas que enseñar en LIBERTAD y con criterios educativos adecuados a las necesidades de los alumnos en función de su futuro como ciudadanos.
Del mismo modo, las pruebas internacionales, como las que sirven para elaborar el famoso informe PISA (que, dicho sea de paso, depende de una organización económica -la OCDE-), es ya evidente que influyen en los gestores de la educación para que organicen el sistema de manera que lo importante sea educar en "competencias" a los futuros y competitivos dirigentes, ejecutivos, mandos medios y trabajadores. Para alcanzar una mejor categoría hay que superar escollos y superar "al otro". Asimismo, hay que competir entre los países. Y aunque las diferencias en los resultados de las pruebas de marras no sean tan significativas como algunos se empeñan en considerar, es un objetivo llegar a lo más alto del ranking, cerca de los mejores, como Corea del Sur, un país con un alto índice de suicidios de estudiantes por motivos académicos. Aquí dos reseñas de medios de comunicación nada sospechosos de progresismo blandengue y mucho menos rojo .

http://www.larazon.com.ar/internacional/estudiantes-surcoreanos-quita-cuestiones-academicas_0_417600206.html

http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/aumento-suicidios-corea-del-sur-nivel-exigencia-estudiantes/1486964/

¡Ay! la perseguida competitividad. ¿Por qué será que ya nadie habla de la felicidad que se consigue gracias al conocimiento, al descubrimiento, a la apreciación de la belleza y al disfrute del pensamiento? ¿Vamos a preparar a las futuras generaciones exclusivamente para el trabajo (que, por cierto, escaseará)? ¿No habrá resquicio por el que se cuele un poco del amor por la cultura, aquello que nos hizo humanos y hasta en ocasiones felices? Pero ¡si ya lo dicen hasta los coreanos! (ver enlace de más arriba -rtve-).
¡Feliz año 2014!